¿QUIÉN EDUCA A NUESTROS HIJOS/AS?

Para poder responder en algo a esta pregunta, qué menos que buscar en un diccionario de garantías el significado de la palabra educar. Se trata de un término proveniente del latín, ex ducere, que significa encaminar. Sería pues, algo así como poner en camino o dar a quien aprende los medios para abrirse al mundo, encauzando el pleno desarrollo de sus potencialidades.

La tarea de educar no consiste en un modo único de transmitir, sino que está sujeto a la cultura propia del lugar, a los ritos y costumbres propios de cada sitio, así como a la época en la que a cada quien le toque vivir. Obvia decir que no se educa del mismo modo en Madrid que en Taiwán, ni tampoco la idea de educación es la misma en la Europa de hoy en día, a la que hubiera antes de la revolución industrial o en épocas precedentes.

Entiendo que el ejercicio de educar requiere, al menos, de dos aspectos complementarios: la crianza y la orientación. La crianza, tan vinculada a la función maternal, consiste en la práctica de los cuidados en la primera infancia sobre todo, en donde se generan los vínculos fundantes, así como las experiencias de sostenimiento y seguridad, o sus contrarios, en el bebé.

La orientación, haciendo una alegoría náutica, es una suerte de procurar en el hijo o la hija un GPS interno, más o menos afinado, que le ayude a orientarse en su devenir vital. Es una tarea que históricamente, se le ha atribuido más al padre que a la madre, y es por ello que ha sido designado esta labor como la función paterna. Se denomina función porque es un hacer que funciona y no está necesariamente vinculada al padre como tal, más allá de que la cultura le haya atribuido ese papel, sino al propio ejercicio de acompañamiento, escucha, ejemplo y control, tan necesarios sobre todo una vez el niño o la niña salen del manto protector de mama y se sumergen en el mundo de sus iguales y, en general, en esos otros mundos no-maternos.

Estas dos funciones, la materna y la paterna, hoy en día están en crisis. Están manga por hombro. La escuela y la guardería son las encargadas de criar a los más pequeños y las tabletas (las de chocolate no, las otras) y los juegos on-line, de (des)orientar a quienes van creciendo con las miradas hipnotizadas en las pantallas, en lugar de tenerlas absortas fuera de ellas.

Es cierto que la nostalgia por tiempos supuestamente mejores (y habría que ver en qué medida lo fueron, si es que lo fueron) no ayuda a avanzar hacia la creación de nuevas soluciones futuras. Es cierto, también, que no es realista negar el avance de la tecnología, con todos sus artilugios y gadget. Aunque es igualmente cierto que resulta preferible abrir la mirada y hacernos algo conscientes al hecho del inmenso espacio que dicha tecno-ociosidad ocupa en nuestros hogares, arrebatando el lugar al dialogo y, porque no, al aburrimiento; sentimiento éste tan noble como denostado en nuestros tiempos. Noble e inquietante, porque te enfrenta a la necesidad de inventar algo para salir del impasse y, por lo tanto, poner en juego el deseo. Abrirnos a la pregunta e ir inventando. Creando, respuestas. Ser así creadores inquietos y no sólo (que también) meros consumidores.

Dialogando con mi hija/o

dialogando con mi hija/o¿Qué es dialogar? Enseguida viene a nuestra mente un supuesto sinónimo: hablar.

El hablar a veces nos acerca, aunque no siempre. No ocurre así con la comunicación, ya que ésta tiene como finalidad “transmitir…algo, sea lo que sea ese algo”.

Hablar puede ser a la comunicación, lo que el oír al escuchar, y cuando el hablar se convierte en un mero ejercicio de reproducir palabras, solo se re-produce ruido. Entonces, el hablar se convierte en blablar. Si somos capaces de comprender ésto, estaremos en una feliz disposición de cambiar nuestro decir. No se trata pues de ocupar espacio sonoro para sentir que somos. Se trata, de otra cosa ¡Prueben…!

Esto adquiere especial relevancia en esos momentos de diálogo con nuestro hijo o nuestra hija, así como en otras tantas situaciones relacionales en que nos jugamos temas de calado.
Cuando él o ella se te acerque, te mire, te evite, te bufe, te necesite o te busque en cualquiera de las modalidades de buscarte o pedir que tiene los/as adolescentes, ten cuidado con lo que hables. No te lo digo por asustarte, sino para que prestes atención y repares en la importancia de tales momentos.

¿Cómo ser en tales momentos, entonces?
Yo te diré que lo que aquí encuentres, no te funcionará si lo quieres aplicar a pesar de ti. Tampoco servirá de nada, si no lo haces tuyo y de menos aún, si lo quieres poner en práctica como un truco de prestidigitación.

Partamos de la idea de que la adolescencia es un periodo de cambio muy importante en la vida del/a chaval/a, cuya finalidad es la de aportarle un sentido de identidad o un “si mismo/a” distinto al que ha tenido y desarrollado a lo largo de su infancia. En ese tránsito, se irá perfilando una metamorfosis en su cosmovisión, en su forma de sentir-pensar-actuar. Una trasformación, en definitiva, de verse y ver el mundo que le rodea: Está en juego su mirada.

dialogando con mi hija/o - 2

Su mirada, ya para entonces, tiene mucho de la tuya. Ellos/as aprenden de ti. Sobre todo de lo que eres y no solo de lo que dices.

Aprenderán de tu sombra; de tus asuntos inconclusos, de tus miedos, de tus disimulos. Pero sobre todo, aprenderán de tu amor hacia ellos/as, y eso no sólo pasa por las palabras.

Quiero pedirte, que pruebes con incorporar a tus aperos el término encuentro. El encuentro, para mí, significa apertura, curiosidad y escucha. Si sientes esta triada, tu disposición será real, ante el contacto con tu chico o tu chica. El/ella, lo sentirá…y ya estás ayudando. Valoran la intención, la entrega, el afecto y tú ya cuentas con todo ello, aunque quizás no te hayas dado cuenta hasta ahora. ¿No?

No te equivoques; tú no tienes la solución a todos sus problemas. El hecho de que puedas aconsejar, deriva de tu mayor experiencia en la vida y habrá necesariamente aspectos que será bueno que adviertas (posibles peligros) y que asesores en otros (situaciones emocionales propios de la etapa, etc). No obstante, cada cual tiene su camino y un m/padre es más un acompañante, que no un cartógrafo.

Para acompañar hay que estar en forma y para ello, es imprescindible auto-revisarse. Quien acompaña, tiene que aprender a dar la palabra y tiene que aprender a aprender de “lo que le dicen”, sin dar por sentado que “todo lo sé, que yo ya he pasado por ahí”. Quien acompaña, dará reflexión, respeto, calma. Y, a menudo, un abrazo. Para esto tampoco hacen falta las palabras, o sí.

Búscale, porque está perdido. Hazlo a menudo. Interésate por su vida. Comparte con el/ella la risa y el humor. Aprende a pedirle perdón, siempre que sea necesario y le/a harás fuerte.

¿Infancia y pornografía?

Saludos a todas las personas que nos seguís en este blog.

Hemos pasado unos días en una interesante formación. Interesante y necesaria, que las pilas hay que recargarlas de vez en cuando y ponerse al día. Además, hemos disfrutado de muy buena compañía. Siempre es un placer coincidir con otras personas profesionales que aportan sus experiencias y su saber hacer. Para mí es un aire fresco que me ayuda a no perder la perspectiva en mi ámbito laboral. El tema de la formación ha sido “Erótica 2.0: cibersexo, sexting y la pornografización de la intimidad en la adolescencia”. El curso lo ha impartido maravillosamente bien Raúl Marcos Estrada,  de EMAIZE Centro Sexológico – Sexologia Zentroa, de Gasteiz, en el Observatorio Vasco de la Juventud donde nos han tratado de lujo.

Y tras la merecida publicidad, quisiera compartir una reflexión. Como padres y madres intentamos proteger a hijos e hijas de cualquier posible amenaza y sabemos que el uso que nuestros menores realizan de las nuevas tecnologías a veces no es adecuado. Por ello, a veces demonizamos las nuevas tecnologías y optamos por bloquearles el acceso en nombre de dicha protección. Pero  ¿qué conseguimos con ello? Continuar leyendo «¿Infancia y pornografía?»

No quiero que mi hijo o hija sufra

“No quiero que mi hijo o hija sufra”, es una frase habitual entre las llamadas que recibimos en el 116111, el servicio  Zeuk Esan de atención a la infancia y adolescencia.

Continuando con frases habituales, hay otra que reza así: “la adolescencia es una enfermedad que solo se cura con el tiempo”. En realidad, está lejos de ser así. Es más amable y realista decir que se trata de una época de cambio y búsqueda de una nueva identidad como individuo.

En esta etapa tan agitada de sus vidas, se esfuerzan por “ser” lejos del abrigo de sus allegados y para poder formar parte de su nuevo mundo, es conveniente recurrir al diálogo. Continuar leyendo «No quiero que mi hijo o hija sufra»

¿Frustar al niño/a?

Ya a principios del siglo pasado, el que fuera padre del psicoanálisis Sigmund Freud habló de su “su majestad el rey” en referencia al bebé, con idea de dar cuenta de que una madre siempre (o casi siempre) se desvive  por su infante, le da hasta lo que no tiene y aquel o aquella, cómo no, aprende a pedir y exigir lo que necesita, con el llanto, la rabieta, dando pena, etc. El bebé está, diremos, sujeto al principio del placer o dicho de modo más sencillo, desea satisfacer sus necesidades a costa de todo.

La educación, poco a poco,  consistirá en modular ese impulso a la satisfacción inmediata. Habrá que enseñarle a esperar y a  que experimente la vivencia de que todo no es posible. La experiencia de una paulatina frustración es necesaria para un niño/a, siempre adaptándonos a la etapa vital que atraviesa. Será necesario, pues, sostenerlo, quererlo, calmarlo y frustrarlo.

Esto último quizás resulte un tanto impopular, pero es tremendamente necesario en el desarrollo educativo la aceptación del  NO como límite de lo que no se puede franquear, como  un límite que hay que aprender a respetar. Continuar leyendo «¿Frustar al niño/a?»

Sobre Violencia Filio-Parental

 

Saludos a quienes nos seguís en este blog.

Hoy queremos compartir con vosotras y vosotros una interesante entrevista realizada por Agintzari SCIS a  Roberto Pereira Tercero, Psiquiatra, Director de la Escuela Vasco Navarra de Terapia Familiar y Euskarri (Centro de intervención y formación en violencia filioparental)., Presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filio-Parental.

Ha sido publicado en Gurasotasuna , la web de Política Familiar y Diversidad de Gobierno Vasco que habla entre otras muchas cosas de la Parentalidad Positiva, esa manera de entender la crianza y la educación. Os recomendamos una revisión de dicha web por la cantidad de aportaciones en todos los sentidos que tiene, artículos, programas, materiales… Continuar leyendo «Sobre Violencia Filio-Parental»

El rechazo te deja al otro lado de los límites

En el post de hoy os propongo un tema bastante relacionado con el último que publicamos, titulado “Del amor al odio o como fastidiar la vida a hijos e hijas”.

Entramos en situación: tras la separación de los progenitores, en uno u otro momento, alguno de los vástagos dice que prefiere vivir con el otro, que ya está harto de que le pongan tantos límites, que la otra parte le entiende y es más complaciente… Con mucha frecuencia, según aumentan las ansias de libertad y de proceso de identificación de los menores, llegando a esa pubertad que les altera, el progenitor más habitual tiene que lidiar con esas expresiones de adolescencia exigente, que quieren algo que a veces ni saben lo que es….y además ya.

Es cierto que hay muchos conflictos intrafamiliares muy dolorosos, no sólo producto de la resolución de la adolescencia, sino también de la mala relación filio-parental o de otras causas externas que, a veces, con ayuda y apoyo, se podrían solventar. Y sobre todo de la mala relación que se da entre las exparejas. Continuar leyendo «El rechazo te deja al otro lado de los límites»

Del amor al odio o como fastidiar la vida a hijos e hijas

 

Saludos desde nuestro blog.
Aquí en Zeuk Esan, recibimos muchos tipos de llamadas que nos plantean gran diversidad de cuestiones. Trabajamos a través de la escucha, entender qué es lo que nos plantean e intentar ayudar a que, quien nos llame, encuentre un alivio, una solución, un espacio para reflexionar y a veces acompañamos en la toma de decisiones. Informamos, orientamos, asesoramos, pero no tenemos varita mágica.

Todas las personas del equipo que formamos Zeuk Esan, a lo largo de estos ocho años de andadura, hemos escuchado cantidad de historias, preocupaciones, dudas, duelos, alegrías y agradecimientos. Hay que estar preparado para todo, somos profesionales.
Tantos años escuchando, y ahora, personalmente, quiero que se me escuche a mí. Quiero aprovechar este blog desde el que intentamos acompañar y responder a situaciones que nos planteáis, pero ahora pido yo la palabra. Y pregunto, ¿cómo dos personas que se amaron tanto, que consensuaron unir sus vidas y sellar ese pacto de amor con uno o varias criaturas, cómo pueden pasar de aquel amor a profesarse un rencor tan profundo que destrocen a sus descendientes en lo más profundo de su alma, en lo más temprano de su personalidad, sólo para dañar al ex? Continuar leyendo «Del amor al odio o como fastidiar la vida a hijos e hijas»

¿Nos pueden hablar con tranquilidad nuestros/as hijos/as sobre su identidad u orientación sexual?

No hace mucho he leído un libro donde un hijo reconstruye amorosa y pacientemente la figura de su padre. La obra está llena de trazos de la vida de ambos. Y me quedo con uno que tan bien recoge el buen hacer de un buen educador, sobre cómo nos enfrentamos a la sexualidad de nuestros hijos. Dice:

”…Con mi padre yo podía hablar de todas estas materias, y consultárselas directamente, porque siempre me oía sin escandalizarse, tranquilo, y me contestaba en un tono entre amoroso y didáctico, nunca de censura. En la mitad de mi adolescencia, (…), me ocurrió algo que me pareció muy extraño, y que llegó a atormentarme durante años. La vista de los genitales de mis compañeros de clase, y sus juegos eróticos me excitaba, y yo llegue a pensar con angustia, por eso, que era marica. Se lo conté a mi papa con ánimo transido de miedo y de vergüenza, y él me contestó, sonriendo muy tranquilamente, que era pronto para saberlo definitivamente, que tenía que esperar a tener mas experiencia del mundo y de las cosas, que en la adolescencia, estábamos tan cargados de hormonas que todo podía ser motivo de excitación, (…), pero que eso no significaba que yo fuera homosexual. (…) me quiso aclarar que, (…) eso tampoco tendría ninguna importancia, siempre y cuando yo escogiera aquello que me hiciera feliz, lo que mis inclinaciones más hondas me indicaran, porque uno no debía contradecir a la naturaleza con la que hubiera nacido, fuera la que fuere, y ser homosexual o heterosexual era lo mismo que ser diestro o zurdo, sólo que los zurdos eran un poco menos numerosos que los diestros, y que el único problema aunque llevadero, que podría tener en caso de que me definiera como homosexual, sería un poco de discriminación social, en un medio tan obtuso como el nuestro, pero que también podía manejarse con dosis parejas de indiferencia y de orgullo, de discreción y escándalo, y sobre todo con sentido del humor, porque lo peor en la vida es no ser lo que uno es, (…), y advirtiéndome que en todo caso lo más grave, siempre, lo más devastador para la personalidad, eran la simulación o el disimulo, esos males simétricos que consisten en aparentar lo que no se es o en esconder lo que se es, recetas ambas seguras para la infelicidad…”.

Allá por los años 70 esto es lo que le respondió Héctor Abad padre a Héctor Abad hijo y ahora estaría bien preguntarnos qué seremos capaces de responder nosotros/as a nuestros/as hijos/as 40 años después, si se nos acercaran con semejante duda.

Imagen vía: Sanarte

El Teléfono Zeuk Esan ¿Qué es?

Saludos a todas las personas que nos seguís en este blog.

Tras un largo parón debido a causas técnicas ajenas a nuestra voluntad (¡qué ganas teníamos de decir esto!) ¡¡¡Por fín estamos de vuelta!!!

Muchas personas habéis preguntado qué ocurría, a qué se debía este silencio y si seguía activo el servicio.

Ataque informático, no funcionaban los blogs, y sí, el servicio sigue activo.

Sí, en respuesta a algunas preguntas, seguiremos en activo y haciendo lo de siempre. ¿Que qué es lo de siempre? Os lo explicamos.

Zeuk Esan, es el Teléfono de Ayuda a la Infancia y a la Adolescencia del Gobierno Vasco, también llamado, Teléfono del Menor. Nació en la confluencia de varias circunstancias.

Por una parte, en respuesta al artículo 42 de la ley 3/2005, de 18 de febrero, de Atención y Protección a la Infancia y a la Adolescencia, que cita como una de las obligaciones legales, el derecho del menor a acceder a servicios de información gratuitos de contacto telefónico o electrónico.

Por otra parte, a consecuencia del Dictamen de la Comisión de Asuntos Sociales del Parlamento Europeo, que en 2010  instó a todos los países miembros de la Unión a poner en funcionamiento el 116111 como teléfono armonizado para la Unión Europea en temática infanto-juvenil.

Así comenzó el 5 de octubre del 2010 la andadura de este servicio con sus diferentes espacios de comunicación: la atención telefónica en el 116 111, la web de Zeuk Esan, las RRSS, el canal de YouTube, Zeuk Esan Aldizkaria  y un blog para personas adultas y otro para menores de edad, con la oportunidad abierta para quien lo desee de participación en ambos.

Junto a ello, nos encontramos el equipo de profesionales de la psicología y la educación social que orquestamos estas herramientas.

A través del 116 111, atendemos el amplio abanico de cuestiones que se nos plantean Estos temas, de lo más variado, giran principalmente en torno al acoso escolar, a las dificultades de relación entre iguales, o los que se dan en la familia. También están las cuestiones afectivo-sexuales, los problemas de autoestima, de soledad, entre otras.

A veces hay gran sufrimiento, otras, mucha necesidad de compartir, de sentir que alguien les está escuchando al otro lado. También nos hemos encontrado con gran satisfacción por la superación de miedos o de dificultades y con muestras de agradecimiento por nuestra labor.

Tal y como señalábamos arriba, los blogs son un espacio abierto a la participación de quien quiera, en donde publicamos vuestras historias, con vuestro permiso, cambiando datos para preservar la confidencialidad y el anonimato. Otras veces, compartimos alguna reflexión, vuestra o propia; que lo que aquí escuchamos da para pensar mucho.

Recordad que tanto el 11611 como los blogs, son vuestro espacio. Si tenéis alguna consulta, ¡¡no dudéis en llamar al 116111!!