Este 2011 se cumplen siete años de un suceso que conmocionó a la ciudadanía vasca y que, desgraciadamente, sacó a la luz una problemática que sufren a diario muchos jóvenes en sus centros escolares: el suicidio del joven de 14 años Jokin Ceberio en Hondarribia como consecuencia del acoso que sufría por parte de otros menores.
Durante estos días, el caso de Jokin ha vuelto a cobrar actualidad debido al pronunciamiento que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha realizado al respecto, según el cual, se condena a pagar 10.000 euros a los padres de cada uno de los siete menores que fueron declarados culpables de acosar a Jokin; además, se considera probado el acoso que el adolescente sufría dentro de su instituto pero se exonera al mismo de cualquier responsabilidad en este sentido.
Sin entrar a valorar dicho fallo, desde Zeuk Esan queremos mostrar nuestra solidaridad con su familia y amigos y alertar de que, desgraciadamente, a día de hoy son muchos los chicos y las chicas que llaman al 116.111 señalando que sufren situaciones como las que Jokin debió padecer: burlas, agresiones, abandono…
Es conveniente recordar que el Bullying (anglicismo con el que se denomina al acoso escolar) se produce tanto fuera como dentro del centro escolar, que (generalmente) es realizado por los mismos agresores, con una regularidad periódica y en la que hay otros agentes implicados, como el agresor o agresora pasiva, es decir, áquel o áquella que aún siendo conocedor o conocedora de la situación de maltrato que puede estar sufriendo un menor, no hace nada por evitarlo.
Para tratar de prevenir este tipo de comportamientos creemos firmemente en la Educación como herramienta fundamental; una transmisión de valores a nuestros chicos y chicas a través de los cuales se fomente el respeto y la empatía. Es tarea de todos los centros el promover actividades orientadas a tal efecto, de forma transversal en las asignaturas habituales que se trabajan en el aula, así como mediante otro tipo de acciones más directas.
Asimismo, los centros deben permanecer en constante alerta para proteger al agredido o agredida y frenar las conductas agresoras, en el caso de que se llegue a dar una situación de este estilo. Está claro que es difícil detectar este tipo de situaciones, de ahí esta llamada al esfuerzo que propugnamos.
La desgraciada muerte de Jokin hizo que se estableciesen protocolos de actuación en este sentido, provocó que la palabreja, Bullying, fuese ampliamente conocida y que se visibilizase una problemática que, como venimos diciendo, es, desgraciadamente, demasiado común. Resulta francamente difícil ponerse en la piel de lo que debió sentir Jokin y lo que sienten otros chicos y chicas que hoy viven situaciones parecidas. Por ello no queremos que este In Memoriam sea simplemente éso. No. Queremos que el caso de Jokin sirva para que no nos olvidemos de una problemática sobre la que tenemos que seguir trabajando para erradicarla de nuestros centros escolares. Y en este barco tenemos que subirnos todos y todas: escuela, instituciones, ciudadanía, asociaciones, etc…
Para acabar, queremos recordar que si conoces a algún menor que pueda estar viviendo una situación de este tipo, no dudes en llamarnos al 116.111.