Trucos para Mejorar la Comunicación entre Madres/Padres y Adolescentes

comunicacion familiar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

«Antes podía hablar de todo con mi ama. Junto a mi novio y mi mejor amiga, era mi confidente en casa. Ahora me agobia y juzga todo lo que hago. Ya no me encuentro cómoda acercándome a ella».
«Ahora no se le puede decir nada. Le preguntas a ver qué le pasa y no contesta. Además parece que se cree que le tenemos que dejar hacer de todo y no, eso no es así. Mientras siga viviendo en esta casa hará lo que se le diga».

Como es fácil de deducir, los párrafos anteriores corresponden a dos clásicos fragmentos de citas de hija adolescente y madre respectivamente. Frases típicas que ejemplifican muy bien las comunes formas de comunicación (o no comunicación) que se dan entre ambas figuras.

La verdad es que cuando atendiendo el 116.111 nos encontramos algo así, lo primero que tratamos de hacer es quitarle hierro al asunto y decir a madres/padres o hijas/os que lo que nos llamaría mucho la atención es que la comunicación entre ellos fuese fluída.

A partir de ahí, llega el momento de transmitir mensajes y, dado que muchas veces tanto madres/padres como hijos/as ya están cansadas de escuchar lo mismo, a veces lo que hacemos, en vez de soltar todo el discurso, es proponer tareas concretas.

Así, por ejemplo, partiendo de los fragmentos de más arriba, lo que nos pide el cuerpo es decirles a esa madre y a esa hija que establezcan un día a la semana, un rato, una hora para que se sienten. Que, si pueden, salgan a terreno neutral, a un parque, a un bar, a un sitio acordado por ambas y, con un refresco de por medio, que hablen, de lo que sea, que entrenen y traten de recuperar el diálogo entre ellas. Que eviten juzgar y que intenten ponerse cada una en el lugar de la otra.

Es posible, con todo, que esto no sea la panacea pero por intentarlo no se pierde nada. En todo caso, ¿conocéis algún otro truco que pueda servir para mejorar la comunicación entre progenitores y adolescentes? Y todo ello volviendo a recordar que el hecho de que no haya la mejor fluidez comunicativa entre ambos es bastante normal.

Una txapa sobre drogas

teens

A la hora de tratar el tema de las drogas con nuestros hijos e hijas es bueno que, como madres y padres, nos sentemos y afrontemos nuestros propios miedos, que asumamos nuestra responsabilidad y, desde ahí, tratemos de informar, orientar, eliminar las creencias erróneas y alertar acerca de los peligros del consumo de drogas. Es nuestra responsabilidad y nuestro deber hablar con ellos y ellas. Haciéndolo es más fácil minimizar los riesgos asociados a estos consumos. Por ello, desde Zeuk Esan, te animamos a que nos llames al 116.111 para obtener información y orientación sobre cómo hacerlo.

De momento, os dejamos a continuación la recreación de una “charla” entre dos chavales de 16 años. Entendiendo la forma y los códigos que ellos y ellas manejan, nos será más fácil sentarnos a soltarles una txapa sobre las drogas.

Sara: ¡¿Otro porro?! ¿Pero qué haces tío? ¡Te vas a quedar “atontao”!

Dani: ¿Qué dices tía? A mí no me afecta… La peña que está atontada es porque viene así de serie o les afecta más… A mí me ayuda a relajarme y ver de diferente forma las movidas… Anda que no fuma gente y no pasa nada…

Sara: No, ¡qué va! Que se quedan paraos, muchos no hablan y, si lo hacen, dicen tonterías… Se les olvida de qué estaban hablando, piensan cosas raras y no me digas que no, porque todos empezasteis con un porrito y ahora mira, estáis todo el día fumaos… Por cierto, ya dicho sea de paso, esa mierda que te metiste el fin de semana, te puso gilipollas estabas de mala leche todo el rato, súper agresivo, ibas de guay, me daba entre pena y vergüenza verte, casi me metes en un jaleo y encima la pagaste conmigo…

Dani: Ya estamos… No es por lo que me metí. Esos tíos llevaban mirándome mal toda la noche, no tengo porque aguantar eso, me cabreé y punto.

Sara: ¿No piensas dejarlo?

Dani: ¡A ver! Que sólo lo hago los fines de semana…

Sara: El otro día hable con mi madre de este tema y me contó que en su cuadrilla muchos han fumado porros y se han metido de todo, que los que empiezan normalmente prueban cosas nuevas y van escalando y eso es peligroso. Muchos de los que eran sus amigos se han ido alejando y quedando solos por verse diferentes debido a sus paranoias, otros han acabado deprimidos o con un montón de ansiedad, dejaron de estudiar y fueron a por dinero fácil. Encima, que sepas que siguen metiéndose “sólo” los fines de semana con 40 y pico años, lo que no significa que no estén enganchados… Y otros no tuvieron tanta suerte y murieron, no te pienses que les hizo falta heroína, uno con una simple raya de no sé qué, ahí se quedó… Y otro medio cuerpo paralizado… Por no contar toda la cantidad de achaques que les pegan, están de todo menos sanos…

Dani: Fijo que tu madre exageró para que no te dé por ahí. ¡No hagas que me emparanoie, eh! Yo no me metido contigo…

Sara: No exagero ni me meto contigo, si te jode que te hable tan clarito te jodes… ¿A ti no te hablan de eso o qué?

Dani: No yo creo que están mejor así, que piensan que, si me hablan de esto, me va dar por probar. Para mí que de los ojos que llevo a casa tienen que darse cuenta pero pasan, y de lo “otro” ni enterarse, ya me preocupo yo de esconderlo bien todo… ¡Además que no me rayes te estoy diciendo! Yo no estoy enganchado a nada tía: hago deporte y la poca mierda que me meto la sudo en el fútbol… Cuántos famosos lo hacen y míralos… Tu madre sólo te ha hablado de los cuatro tiraos que andan por la calle… Deja de darme la chapa porque al final voy a pasar de quedar contigo, todo el día con lo mismo…

#egONLINE

Decir a estas alturas que Internet está completamente integrado entre nosotros y nosotras es muy de perogrullo, ¿no? La red, el acceso a contenidos, la difusión de conocimiento, las relaciones online y un largo etcétera de servicios que nos proporciona el universo de la triple w, forman parte de nuestra vida cotidiana a todos los niveles.

Esta integración se da a todos los niveles (en lo laboral, en el ocio, en lo académico…), en todas las edades y cada vez en más soportes (ordenador, teléfonos, televisión…)

Esta presencia de Internet en nuestras vidas y la forma de utilizarla proporciona un montón de potencialidades pero también algunos riesgos y, por tanto, también provoca prejuicios, rechazos, dependencias, genera nuevas formas de relación con sus códigos propios, etc…

Por todo ello, desde el Departamento de Empleo y Políticas Sociales, área a la que pertenece ZEUK ESAN, se ha planteado la necesidad de abordar con mayor intensidad el vasto ámbito online con las personas menores de edad y, por eso, ha puesto en marcha el programa #egONLINE.

Este programa está en marcha desde el pasado día 20 de noviembre (coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos de la Infancia), fecha en la que se presentó y en la que desde nuestra cuenta de Twitter estuvimos transmitiendo mucho de lo que allí aconteció bajo el hashtag #egONLINE.

Pero más allá de aquel acto, este programa sigue en marcha en cinco institutos de Euskadi hasta el 15 de abril de 2014, trabajando con chavales y chavalas de 1º, 2º y 3º de la ESO y el profesorado de dichos centros con el objetivo de sensibilizar a las y los adolescentes sobre los riesgos que tiene Internet si no se actúa con seguridad, así como acerca de las potencialidades de la Red.

De todo el trabajo que se desarrolle en los próximos meses en los institutos así como en otros espacios de trabajo, os iremos dando cumplida información a través de nuestros blogs y de nuestras redes sociales… En definitiva, que en Zeuk Esan también estaremos #egONLINE.

EL BIENESTAR DE LOS HIJOS/AS ANTE LA SEPARACIÓN DE SUS PADRES Y/O MADRES

La composición de los hogares familiares con hijos/as, está cambiando rápidamente con el aumento de las rupturas de pareja. Este cambio afecta tanto a la estructura familiar como a las relaciones entre sus miembros.

Teniendo en cuenta que la familia es el contexto inmediato y el sistema de apoyo principal de los/as hijos/as, las rupturas de pareja suponen una transición difícil para los/as más jóvenes. La inestabilidad creada por la ruptura, puede generar un desequilibrio emocional y sentimientos intensos, en estos/as, con posibles tasas altas de ansiedad, dificultades interpersonales etc.

Pero el grado de malestar de los hijos e hijas depende de factores diversos. Por un lado, la adaptación del padre y/o la madre ante la nueva situación familiar y personal. Por otro, el apoyo de fuentes externas, como pueden ser los familiares y amigos. Y por último, la relación entre ambos congéneres. Además, la continuidad del conflicto después de la ruptura, puede incrementar la hostilidad en las relaciones, agravando aún más la situación de los/as más jóvenes de la casa, ya que la prolongación del conflicto en el tiempo, puede dificultar el buen desarrollo psicológico, físico y escolar de estos/as chicos/as.

Con todo ello, no nos debemos de alarmar y si buscar la forma de afrontar la situación más adecuada para el bienestar de hijos e hijas. Este afrontamiento supone:

  1.  Mantener una comunicación estable y segura entre los hijos/as con el padre o la madre. Asimismo, buscar un entendimiento adecuado entre la madre y el padre.
  2.  Reorganizar las responsabilidades de los adultos con respecto a sus hijos/as, teniendo en cuenta el bienestar de estos/as.
  3.  Promover la adaptación y la autoestima de los miembros de la familia.
  4.  Mantener los vínculos de coherencia y la unidad familiar.
  5.  Proporcionar apoyos necesarios y seguros a los hijos e hijas.
  6.  Mantener y desarrollar el apoyo social.
  7. Controlar el impacto de la situación para evitar la repercusión negativa en los/as  hijos/as.

En conclusión, se basaría en facilitar una buena adaptación a la nueva situación familiar teniendo en cuenta en todo momento el bienestar de los/as hijos/as.

¿Existe la adicción a videojuegos?

 

Cada vez más, se habla de nuevas adicciones, si bien es cierto que en el último congreso al que acudimos “Drogas: Riesgos y Diversión” el catedrático Domingo Comas Arnau explicó su teoría sobre que no existen adicciones nuevas, sino que varían los  síntomas del mismo problema que ya existía.

Lo que está claro, es que hay nuevas maneras de jugar, de relacionarse y de estar ante una pantalla de ordenador. Nos llaman los padres y madres preocupados, explicándonos que “algo malo les ocurre a sus hijos e hijas”, que “no salen de casa, de la habitación”, de “la maldita pantalla del ordenador”, o bien, que no saben si es para preocuparse o no, porque “como todos los demás hacen lo mismo…” .

Hablamos de las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TICs), de las Redes Sociales, los Videojuegos e Internet. Así, todo mezclado en le mismo saco. Hay gente que las demoniza y muchísimas personas que las defienden. A mí me vienen  a la mente las palabras…”depende del uso que hagamos de ellas…” , o del abuso.

Hay dolor en los padres que nos llaman y sufrimiento por parte de  los menores con dificultades para relacionarse con sus iguales, o con dificultades para manejar sus emociones por lo que se esconden en una actividad que les abstrae y les impide reflexionar sobre lo que les ocurre….  Y eso es muy real. Pero también es cierto que hay mucho alarmismo y se buscan etiquetas o culpables para liberar la tensión que nos provoca el no saber qué les ocurre.

Hay conductas que ya nos ponen sobre aviso. Lo cual no implica que haya un gran problema, sino que debemos intervenir ante esas señales de alarma. Y cito algunos  síntomas de uso abusivo :

-Tener una sensación de bienestar o de euforia mientras se está en el ordenador.

-Incapacidad para suspender la actividad y ansiedad durante las pausas en sus sesiones.

-Robar cada vez más tiempo al sueño, al trabajo, a la familia y a los amigos para el ordenador.

-Sentirse vacío, deprimido, irritable cuando no se está conectado a la red.

-Mentir a la familia y al jefe acerca de las páginas visitadas en internet.

-Ojos secos, dolores de cabeza y de espalda.

-Comer irregularmente o saltarse comidas con tal de no separarse del ordenador.

-Falta de atención a la higiene personal.

-Perturbaciones en el sueño, cambios de rutina en el sueño.

Para no llegar a estos extremos es importante la educación en hábitos saludables: limitar el tiempo de utilización del ordenador desde pequeños, de tal manera que sepan que es un instrumento nada más y que no es una obligación, sino una opción.

 

 

¿Qué conoces de Zeuk Esan?

¿Qué conoces de Zeuk Esan? Esa es la pregunta que os lanzamos, chicas y chicos… ¿Quién se atreve a explicarlo? Os podemos dar pistas: es un teléfono… ¿cuál es su número? Estamos en las redes sociales, ¿en cuáles? A veces nos llaman “El Cuentapenas”, ¿sabéis por qué? También hemos hecho algunos vídeos que os pueden ayudar a responder a estas preguntas…

En definitiva, si tuvieses que explicar a alguien que no conoce Zeuk Esan, ¿cómo lo harías?

Evento en Facebook

Evento en Tuenti

El Sufrimiento de la Excepción: el Sufrimiento de la Madre de un Acosador

Desgraciadamente, uno de los temas que más atendemos en el Teléfono de Atención a la Infancia y a la Adolescencia, 116.111, es el referido al acoso entre iguales dentro del marco escolar, también conocido como Bullying. Es un hecho que constatamos en este servicio y del que también se están percatando otros agentes como, por ejemplo, la presidenta de la Asociación contra el Acoso Escolar (ACAE), Encarna García, quien, en una entrevista concedida reciéntemente, se mostraba preocupada por el alto número de casos de acoso escolar que tienen identificados en Euskadi.

Mayoritariamente, las personas que llaman al 116.111 para dar a conocer una situación de Bullying suelen ser madres, padres o menores que han sufrido acoso, chavales y chavalas atacadas y sus familias, que llaman para exponer lo vivido, buscando orientaciones sobre cómo abordarlo, etcétera. Estas consultas suelen estar marcadas por la angustia, la preocupación, el agobio ante lo que está sucediendo, describiendo, en muchas ocasiones, situaciones muy duras.

Sin embargo, hace unas semanas, recibimos una llamada al 116.111 que, pese a ser para hablar de un caso de Bullying, cambiaba sustancialmente con respecto a las habituales: la persona que llamaba era familiar de un chico acosador, de un adolescente que había estado atacando a un chico de su colegio. Esta consulta, como las de las personas acosadas, también estuvo marcada por la angustia, la preocupación, el agobio y, en este caso concreto, por la decepción, la decepción de una madre por el comportamiento de su hijo.

Así, esta persona refirió acabar de enterarse de que su chaval había protagonizado un acoso constante hacia un compañero, basado en insultos, burlas, aislamiento social, etc… Esta madre llegaba a responsabilizarse de qué habían hecho mal en casa para que su hijo se haya dedicado a hacer algo así; en este sentido, se le recordó que ella y su familia no son responsables de este comportamiento y que, en este caso, el principal responsable es él.

Posteriormente, se habló de la necesidad de que su hijo viese y tuviese unas consecuencias ante dichos actos. La señora confirmó que ya se habían puesto a ello y que le iban a exigir una reparación, así como una petición sincera de perdón hacia el menor acosado. Además se le transmitió la necesidad de que ella y el padre del chaval le transmitiesen a éste lo apenados que estaban por este hecho y que hablasen con él en términos de empatía (¿te gustaría que a ti te hiciesen algo así?), etc…

Con todo, desde ZEUK ESAN, valoramos muchísimo la llamada de esta mujer y le reforzamos por lo que estaba haciendo. Y es que en la entrevista que señalábamos antes a Encarna García, en la última pregunta, la presidenta de ACAE afirmaba que la inmensa mayoría de madres y padres de chicos y chicas acosadores niegan la participación de sus hijas e hijos en este tipo de actos y que son contadas las excepciones como la de la llamada relatada. Además de reconocer que en el 116.111 efectivamente esto se cumple, también comprobamos que esas excepciones también pueden llegar a sufrir y a pasarlo muy mal y que, en esos momentos, también merecen todo el apoyo posible.

*** SI TU HIJA O HIJO SUFRE ACOSO ESCOLAR O BULLYING O CONOCES A ALGUN MENOR VIVIENDO UNA SITUACIÓN DE ESTE TIPO, LLÁMANOS AL TELÉFONO 116.111 ***

Algunos consejos para que nuestras chicas y chicos disfruten de la Tablet o el Smartphone

¡¡Feliz año a todas y todos!! ¿Qué tal han ido las fiestas navideñas? Nosotros y nosotras aquí, al otro lado del aparato, al otro lado del 116.111. Esperemos que Olentzero, Papanoel o los Reyes Magos se hayan portado muy bien. En este sentido estamos seguros y seguras en Zeuk Esan que muchas chicas y chicos habrán tenido como regalo estas navidades una tablet o un smartphone, ¿verdad? ¡Vaya regalazo! Bueno, igual hay muchos aitas y amas que no consideran adecuados este tipo de gadgets como regalo y es algo muy respetable, pero muchos y muchas otras y otros sí.

Para estos últimos, vamos a dejar una serie de consejos para que las chicas y chicos que han recibido estos presentes los disfruten sin ningún tipo de problema o riesgo, unas recomendaciones que han de tratar de aplicarse desde el diálogo entre madres/padres e hijos/hijas, unas pautas fáciles de cumplir y que, como decimos, harán que la experiencia con estos nuevos juguetes sea totalmente satisfactoria. Vamos a ello:

      – Los y las menores han de conocer no sólo cómo funciona la tablet o el smartphone y sus muchas posibilidades sino los riesgos de un mal uso, sobre todo, para la seguridad.

– Nuestras chicas y chicos han de tener claro dónde, cómo y cuándo puede –o es oportuno- utilizar su nuevo equipo.

– Las personas adultas deberían saber y elegir las distintas opciones de los gadgets, así como las aplicaciones, programas y servicios.

– Para los y las más peques sería conveniente que se instalasen programas que filtren el acceso a webs y contenido inapropiado o peligroso.

– Las chicas y chicos deben tener clarísimo que tienen que ser respetuosos con otras persones con las que interactuen en las redes sociales o en juegos online. Cualquier ataque, humillación, chantaje o broma muy pesada –EL CIBERACOSO- a otra persona es intolerable y puede llegar a ser delito.

Bueno, éstas son algunas de las normas que, en nuestra opinión, hay que tratar de transmitir a los menores que poseen un smartphone, tablet o cualquier otro aparato. De todos modos, podéis consultar el artículo completo de donde hemos extraído estas pautas en el siguiente enlace. Asimismo, nos gustaría también que echaséis un vistazo al ejemplo de una madre estadounidense que le regaló a su hijo adolescente un iPhone pero, a cambio, le puso unas, a nuestro juicio, geniales instrucciones para poder usarlo. Podéis leerlo aquí.

Cómo perder la autoridad ante los hijos e hijas

En Zeuk Esan, con cierta frecuencia tenemos llamadas de padres y madres que no saben qué hacer con sus hijos e hijas, porque se saltan las normas, no cumplen con sus responsabilidades, exigen respeto y no aceptan sus indicaciones….

Cuando llega la adolescencia, los comportamientos cambian. Los menores entran en crisis y tienen que salir de ella convertidos en adultos autosuficientes, preparados para vivir por su cuenta.

Y esa es la responsabilidad que tenemos los progenitores: cuidarles, y cubrir sus necesidades básicas, incluidas las afectivas, para que el día de mañana puedan ser adultos independientes y autosuficientes. Y de esa responsabilidad emana la autoridad que padres y madres deben ejercer.

Pero nunca debemos confundir proteger y cubrir necesidades, con sobreproteger y dejar hacer a la otra persona su santísima voluntad, reírle todas las gracias y permitir que transgreda todos los límites, porque luego en ese cambio de la adolescencia podrían volverse incontrolables. La pregunta a veces es “¿Cómo hemos podido llegar a esto, yo que di todo lo que me pidió y jamás le faltó?
Hoy he leído la noticia que me ha traído a estas líneas: “Una madre agrede a una profesora delante de la clase de su hijo”.
Como progenitores, perdemos autoridad con esas exhibiciones de violencia, porque son públicas y porque es violencia, pero además, restamos autoridad al profesorado que además de educar, es figura de autoridad, referente para los menores. Si  los desvalorizamos de esa manera estamos plantando las semillas de esa adolescencia que no respeta y se salta los límites…, que es lo que ha visto hacer a sus mayores. En fin, una pena.